Los grabados de Goya han marcado la Historia del Arte y hecho correr ríos de tinta. Pero los exégetas de su última serie, llamada Disparates o Proverbios, se han hallado ante una misión casi imposible. Su hermetismo se refuerza por el carácter inconcluso y la ausencia de comentarios descriptivos. Qué quiso decir el maestro de Fuendetodos [1] si es que acaso quiso decirnos algo. Algunas interpretaciones la vinculan al mundo de los sueños, otras con el carnaval, fiesta que se caracteriza por la subversión de aquello que representa “el orden establecido”. Son escenas inquietantes, plenas de fantasía donde todo resulta ilógico y sorprendente.
Procedentes de una colección privada, la exposición del Museo Larreta presenta Disparates, última serie de grabados publicada luego de la muerte del aragonés.
Dentro de la producción artística de Goya, los grabados ocupan una parte esencial. Suele decirse que para conocer verdaderamente su obra, hay que ver sus estampas. Como no fueron el fruto de un trabajo por encargo, es en estas piezas donde aflora toda su libertad creativa. Por tal motivo, el recorrido de la exposición se inicia con una mirada panorámica del “Goya grabador”. A lo largo de su carrera Goya realizó casi trescientas estampas. El artista domina las técnicas más importantes de su época: aguafuerte, aguatinta, punta seca, incluso a veces utiliza más de una en la misma imagen logrando la máxima posibilidad expresiva a través de los contrastes de luz, volúmenes y texturas. Los primeros contactos con el mundo del grabado los tuvo copiando obras que se conservaban en el Palacio Real de Madrid. Las llamadas Copias o Pinturas de Velázquez son una serie de láminas grabadas al aguafuerte que reproducen retratos ecuestres y otros cuadros del pintor tan admirado por Goya
Además de estas obras, en la sala se halla un conjunto de obras seleccionadas entre sus principales series: Caprichos, en donde realiza una crítica moralizante de los vicios y corrupción de la sociedad de su época; Desastres de la guerra donde plasma, como testigo directo, la violencia y la crueldad a la que puede llegar la humanidad y Tauromaquia, en donde además de la pasión, también muestra el drama que conlleva esta fiesta.
La sala principal presenta el tema núcleo de la exposición: los Disparates o Proverbios. La serie fue realizada entre 1816 y 1823 y nunca se estampó en vida de Goya. Las planchas de cobre permanecieron guardadas durante cuarenta años, hasta que en 1864 la Real Calcografía de España llevó a cabo la primera edición. El recorrido se inicia con una pantalla que muestra los dibujos preparatorios realizados a la sanguina y que dan cuenta del proceso creativo del artista.
Las imágenes de los Disparates son las más difíciles de interpretar. Goya explora el mundo de lo irracional atravesando la frontera entre la realidad y la fantasía. Escenas que provocan desconcierto habitadas por personajes grotescos y seres irreales. La serie se ha analizado en clave carnavalesca, otorgándole un sentido que subvierte la autoridad cualquiera sea la forma que esta adopte. Es el mundo del revés donde la representación del poder es ridiculizada, una crítica audaz sobre costumbres, reglas, política e instituciones. Para resaltar esos detalles, inabordables en una primera mirada, se presenta un video con ampliaciones y personajes animados que ayudan a descubrir la irreverencia que Goya plasmó en estas escenas pobladas de grotescos personajes. El contexto de producción de esta obra es el fin de la Guerra de la Independencia española y el derrumbe de aquel mundo progresista que el artista había admirado. Pero las estampas, no sólo reflejan su época, sino su propia interioridad y la manera en que Goya se posiciona ante la estupidez humana, una categoría universal y atemporal. Siguiendo con el recorrido en el exótico espacio del Baño hispanomorisco del museo se proyectan imágenes pertenecientes a las Pinturas negras, obras que reflejan personajes y un ambiente muy próximo a los Disparates.
Dos de las obras exhibidas. Cantor ciego y El agarrotado. Fotografía: Eduardo Saperas.
La última sala presenta un conjunto de estampas de invención o primitivas, como suelen denominarse. Aquí se hallan El agarrotado y San Francisco de Paula, realizadas con anterioridad a la salida de los Caprichos. Además de sus conocidas series, el artista realizó algunas láminas aisladas de temas diversos. Estas estampas son valoradas, más que por su mérito artístico, por su rareza o por la escasez de ejemplares antiguos. El cantor ciego, Maja sobre fondo oscuro y sobre fondo claro, y Viejo y Vieja columpiándose forman parte de los aguafuertes conocidos como Últimos caprichos, realizados entre 1826 y 1828. Otras dos estampas que representan prisioneros en distintas posiciones en una celda llevaban inscripciones escritas por Goya: “Tan bárbara la seguridad como el delito” y “Si es delincuente, que muera presto”.
Detalle de la vitrina con libros. Fotografía: Patricia Nobilia.
Finaliza el recorrido una vitrina con libros que dan cuenta cómo a lo largo de la historia diversos autores han abordado y admirado la figura de Goya: Ramón Gómez de la Serna, Rafael Alberti y Baudelaire entre muchos otros.
Según Ortega y Gasset, Goya jamás dejó de verse a sí mismo como un artesano, alguien que dominaba su oficio; y el término “capricho”, significaba para él sólo aquello que creaba por fuera de los encargos. A nosotros, a casi 200 años de su fallecimiento, sus sueños y obsesiones se nos revelan como una premonición.
Nota:
1. Fuendetodos, localidad zaragozana que lo viera nacer en 1746.
* Especial para Hilario. Artes Letras Oficios
Exposición: Los Disparates. Goya. Hermetismo, subversión y fantasía
Curaduría: Patricia Nobilia
Museo de Arte Español Enrique Larreta. Juramento 2291. CABA
Hasta el 27 de agosto de 2023. Lunes, miércoles, jueves, viernes y feriados de 11 a 19 h.
Sábados y domingos de 11 a 20 h.
Entrada. Público General: $100. Extranjeros no residentes: $500. Miércoles gratis.