De ellas dos. La biblioteca de Matilde Pacheco y Ana Amalia Batlle. Montevideo, Museo Histórico Nacional, 2023.
Esta obra es el resultado de una investigación de varios años realizada por técnicas del Museo Histórico Nacional de Uruguay en torno a la biblioteca reunida por Matilde Pacheco y Ana Amalia Batlle, denominada por ellas «Biblioteca de las dos». El libro reúne textos de investigadoras del Museo y colaboradoras invitadas, que se entrelazan con fotografías de las piezas que pertenecieron a estas dos mujeres.
La investigación fue presentada por primera vez en 2019, en una exposición inaugurada en la ciudad de San José de Mayo en el marco de la Feria Internacional de promoción de la lectura y el libro de esa ciudad y reinaugurada en 2022 en la Quinta de Batlle y Ordóñez [1], con motivo de la reapertura de esta histórica casaquinta.
La «Biblioteca de las dos» es una singular colección de más de 750 libros reunidos por la esposa y la hija de José Batlle y Ordóñez, entre 1891 y 1925. Matilde y Ana Amalia hicieron de esta biblioteca un espacio de encuentro donde compartieron lecturas y afectos. La colección fue donada al MHN por los herederos de la familia Batlle Pacheco en 1968, junto con el mobiliario y otros objetos variados. Esto permitió conservar la colección en los anaqueles que sus propietarias les habían destinado.
Matilde Pacheco (1854-1926) era sobrina de Melchor Pacheco y Obes, uno de los militares más prominentes de la Defensa de Montevideo durante la Guerra Grande (1839-1852). A los dieciocho años contrajo matrimonio con Ruperto Michaelsson, con quien tuvo una hija y cuatro hijos. El vínculo se desgastó rápidamente debido a las prolongadas ausencias de Ruperto, y fue en estas circunstancias que Matilde comenzó a frecuentar la casa donde vivía José Batlle y Ordóñez, vecina a la suya. Al ser una mujer casada, no podía reconocer su vínculo extramarital con Batlle. A pesar de que, luego de la muerte de Ruperto, ella y José pudieron casarse y oficializar el vínculo, Matilde no logró escapar a la condena social por aquella relación de concubinato. En su segundo matrimonio tuvo dos hijas y tres hijos más. Fue valorada por sus allegados como la gran compañera de Batlle, y en su condición de esposa del presidente de la República tuvo una nutrida vida social. La posición que ostentaba hizo que su muerte, ocurrida a los 72 años, generara repercusiones en los círculos políticos e intelectuales de su época.
Ana Amalia Batlle (1894-1913) fue la cuarta hija de Matilde y José, y la única hija mujer del matrimonio que alcanzó la adolescencia —ya que su otra hija había muerto a los 16 meses, mientras que los hijos varones alcanzaron la adultez—. Fue criada de acuerdo a las convenciones sociales de su época y desarrolló un gusto por la lectura y la música. Un viaje familiar de cuatro años de duración (1907-1911) en el que conoció países de Europa, África y Asia le proporcionó una infinidad de nuevas vivencias. Al regreso del viaje, ya residiendo en la quinta de Piedras Blancas, experimentó los primeros síntomas de una tuberculosis que avanzó rápidamente y que los tratamientos médicos no lograron revertir. Murió a los dieciocho años en la quinta, acompañada por su familia.
El catálogo, que tuvo como editor a Andrés Azpiroz, inicia con un recorrido por las trayectorias vitales de estas mujeres, realizado por Carolina Luongo. Una semblanza biográfica documentada que permite dimensionar el valor afectivo del proyecto en común que constituyó la «Biblioteca de las dos» y el papel que jugó en el vínculo entre madre e hija, incluso como forma de recordar a Ana Amalia luego de su muerte. El segundo capítulo, en el que participaron Ana Cuesta, Lucía Mariño y Clara von Sanden, sitúa la biblioteca en las prácticas de lectura del Uruguay de entresiglos, concretamente en la lectura femenina. En el marco de análisis de la Historia de la Lectura, propone acercarse a los sentidos que la colección tuvo para sus propietarias. El tercer capítulo, al que a la tres autoras anteriores se suma Laura Irigoyen, hace énfasis en las características de la colección: cómo se formó la biblioteca, qué temáticas, idiomas y casas editoriales predominan, dónde y por quiénes fueron adquiridos los libros, son algunos de los aspectos abordados en estas páginas.
La segunda parte del libro está conformada por textos de investigadoras invitadas. Lourdes Peruchena presenta una versión escrita de la visita comentada a la exposición que realizó en abril de 2022 en la quinta de Piedras Blancas. Daniela Tomeo indaga en las diferentes representaciones artísticas que buscaron honrar la memoria de Ana Amalia después de su muerte y sus autores. Por su parte, Inés Cuadro repasa las distintas modalidades en que las mujeres se incorporaron a la vida política uruguaya entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX. Margarita Patrón explora la vida político-partidaria de la ciudad de San José y las redes sociales tendidas en torno a dichas pertenencias partidarias a partir de una fotografía y un pergamino de firmas generados y obsequiados a Matilde durante su visita, junto a su esposo, a la ciudad en junio de 1919. Finalmente, la entrevista realizada a Graciela Sapriza por Clara von Sanden y registrada fotográficamente por Ana Cuesta, permite hacer un recorrido por la trayectoria de la historia de las mujeres y de la historia de género como campos disciplinarios en nuestro país.
Actualmente la «Biblioteca de las dos» se conserva en la casa museo Quinta de José Batlle y Ordóñez, donde a partir de 1911 —cuando la familia Batlle Pacheco se instaló allí— sus dueñas destinaron una habitación y muebles para alojarla, convirtiéndose en el sitio donde se asentó y tomó forma esta biblioteca.
El mueble pertenece a un conjunto de tres bibliotecas que, presumiblemente se encontraban en una sala femenina ubicada en la casaquinta de Piedras Blancas. Hoy en el Museo Histórico Nacional de Montevideo.
Unos años antes, durante la estancia de la familia en Europa y África entre 1907 y 1911, ya se evidenciaba el deseo de crear una biblioteca conjunta, reuniendo los libros de ambas y adquiriendo nuevas colecciones. En ese momento comenzaron a añadir anotaciones manuscritas en los ejemplares (incluso en los ya fechados anteriormente) como señal de propiedad, que incluían la designación "Biblioteca de las dos" o expresiones similares, junto a la fecha y lugar de compra y los nombres de ambas. Estos apuntes especificaban si había sido un obsequio, el nombre de quien se los había regalado, cuándo y dónde. Muchos de los libros presentan varias capas de escritura, donde se encuentran la caligrafía de ambas mujeres y nuevas fechas de lectura. Asimismo, es probable que Matilde se haya dedicado a reorganizar la colección luego del fallecimiento de su hija, y durante esa tarea se haya ocupado de realizar nuevos registros y complementar los anteriores, señalando la ubicación de la biblioteca en Piedras Blancas y otros datos que consideró importantes.
En cuanto a los contenidos de la biblioteca, existen ejemplares de temáticas y géneros muy diversos. Sin embargo, predomina claramente la narrativa, particularmente la novela, que conforma el cincuenta y cuatro por ciento de los volúmenes, a lo que se le suman libros de cuentos y algunas epopeyas. En el resto de géneros y subgéneros se observa cierta variedad de lecturas, como dramas; poemas; ensayos históricos, principalmente sobre Europa e Historia del Arte; ensayos de corte antropológico o étnico, sobre la sociedad japonesa, china, gitana e incluso sobre tradiciones peruanas o argentinas. También aparece la literatura llamada didáctica: textos que buscaban enseñar y divulgar conocimientos de diversas áreas, como manuales donde se enseñaban métodos para aprender inglés o a escribir, o cómo ser buena madre y esposa o a elegir a la pareja adecuada para casarse.
La «Biblioteca de las dos» es una de las pocas bibliotecas femeninas que se conservan como tal en Uruguay. Es una gran oportunidad para conocer los usos, costumbres y gustos relacionados con los libros y las colecciones de este estilo en el país. El catálogo De ellas dos nos invita a explorar algunos de estos aspectos, al tiempo que deja las puertas abiertas para continuar investigando y profundizando en estas y otras cuestiones que puedan surgir de esta colección.
Nota del editor:
1. La Casa quinta de José Batlle y Ordóñez, ubicada en el barrio de Piedras Blancas en Montevideo, forma parte del Museo Histórico Nacional de Uruguay.
Agradecemos por las imágenes que ilustran el texto a los fotógrafos Martín Varela Umpierrez y Matías Bernaola, sus autores.
El libro se puede adquirir en librerías en Uruguay o consultando a través de museohistorico@mhn.gub.uy
* Especial para Hilario. Artes Letras Oficios