Muchas veces nos hemos preguntado cómo es posible que grandes maestros de la fotografía nacional, por ejemplo, el alemán Herbert Kirchhoff, continúen siendo prácticamente desconocidos, inclusive en el propio campo de la historiografía fotográfica argentina.
Para reparar en una mínima parte esta injusticia, hoy queremos aportar mayores datos sobre este talentoso artista de la cámara, a quien consideramos un verdadero maestro de la escuela europea quien, paralelamente, se destacó en este continente como un incansable viajero, editor fotográfico y escritor documentalista.
Es interesante señalar que Kirchhoff integró un especial contingente de fotógrafos europeos que en el interregno entre ambas guerras mundiales y aún poco después, emigraron por diversos motivos -persecuciones políticas, crisis económicas, racismo y desocupación- a nuestro país; ellos provenían de la Europa Central, en especial de países como Alemania, Austria, Rusia, Polonia o Hungría.
Además de la muy escasa información sobre datos biográficos de Herbert Kirchhoff, agregamos que se lo confunde con otro fotógrafo alemán -este si de amplia repercusión mundial- con su mismo nombre y apellido y perteneciente a su generación, se trata de Herbert Kirchhoff (Brunswick (Alemania) 1911 - Malcesine (Italia) 1988)
En esta búsqueda puntual rescatamos cierta información aportada por Sameer Fouad Makarius (1924-2009) -reconocido fotógrafo egipcio-alemán que perteneció a esa misma corriente de emigrados europeos-; el cual menciona a su colega en el catálogo de su muestra "Vida Argentina en Fotos" (Museo de Arte Moderno. Año 1981) justamente en el capítulo "Datos biográficos", donde adelanta algunas pocas referencias sobre Herbert Kirchhoff indicando: "(...) nació en 1908 en Hamburgo. A los veinte años vino a la Argentina donde murió en 1976 (...)"
Pingüinos en la Isla Laurie, de H. Kirchhoff, incluido en “Vida Argentina en Fotos”, Museo de Arte Moderno de Buenos, 1981, fotografía 233.
En dicho catálogo encontramos que Makarius seleccionó y expuso cinco obras vintage realizadas por Kirchhoff -numeradas del 229 a 233- bajo los títulos: "Antártida Argentina", "Lago Argentino", "Cataratas del Iguazú" (2) y "Pingüinos en la Isla Laurie". Sin embargo el dato más relevante es el hecho que estas vistas figuran como: "Prop.(iedad) de Josefina O. de Kirchhoff". Esto nos llevaría a presuponer que la señora Josefina O. sería la esposa legal de Herbert Kirchhoff y éste ya habría fallecido hacia la fecha cuando, probablemente en su condición ya de viuda y a cargo de aquel archivo, fue contactada en Buenos Aires por Makarius para exponer las obras de su difunto marido.
Ahora nuestras investigaciones dieron como resultado que, la señora Josefina O. de Kirchhoff mencionada en el citado catálogo de Makarius, era en realidad Doña María Josefina Pía Ocampo Vedoya (1901-2001) -viuda de Don Saturnino Alberto de Álzaga Unzué (1898-1965)- dama perteneciente a la alta sociedad porteña, quien casó en segundas nupcias con el fotógrafo alemán Herbert Kirchhoff, sin descendencia de esta última unión matrimonial y que falleció en la ciudad de Buenos Aires el 9 de julio de 1976, curiosamente fecha conmemorativa al 160° aniversario de nuestra independencia.
Tras la búsqueda del Archivo Fotográfico Kirchhoff
Recapitulando sobre los datos anteriores, diremos que la señorita María Josefina Pía Ocampo Bedoya, casó en Buenos Aires el 22 de noviembre de 1919 con Saturnino Alberto de Álzaga Unzué y de esa unión nacieron tres hijos:
1 - María Josefina Álzaga Unzué Ocampo (1920-1999), quien falleció a los 79 años.
2 - Saturnino Francisco de Älzaga Unzué Ocampo (1923 - ¿?)
3 - Félix Martín de Álzaga Unzué Ocampo (1934-1993), quien falleció a los 58 años.
Su esposo Saturnino Alberto de Álzaga Unzué falleció en Buenos Aires el 1° de diciembre de 1965 a los 67 años de edad. Hacia esa fecha María Josefina contaba con 64 años y seguía siendo una atractiva dama. En esas circunstancias y en fecha no determinada, contrajo matrimonio con nuestro artista de la cámara, quien se encontraba radicado en el país desde el año 1928.
Como sabemos, de esta unión no hubo descendencia alguna; por lo tanto y al morir aquel inmigrante de Hamburgo en en el año 1967, es de suponer que todo su patrimonio fotográfico -incluyendo el valioso archivo de negativos y copias vintage sobre Argentina y América del Sur- quedó en propiedad de la viuda María Josefina Pía; se explica así que catorce años después, el fotógrafo Sameer Makarius le solicitara cinco obras vintage para exhibir en la muestra "Vida Argentina en Fotos".
Debemos señalar que Doña María Josefina Pía Ocampo Bedoya murió en la misma ciudad de Buenos Aires, el 16 de septiembre de 2001 a la avanzada edad de 100 años; sus tres hijos ya habían fallecido.
En relación al destino de aquel valioso archivo fotográfico profesional, todo indica que deberíamos indagar entonces en la descendencia de su esposa argentina, de quienes sólo sabemos que María Josefina Álzaga Unzué Ocampo se casó con Alberto Rómulo Lanusse Sastre, de cuyo matrimonio nacieron cuatro hijos. Si tenemos en cuenta que, en la mayoría de los casos, son las mujeres -no los hombres- quienes atesoran las fotografías familiares, esta puede ser una buena señal.
Otra probable línea a seguir tras el archivo -por lo menos parcial- de las fotografías de Herbert Kirchhoff, sería la misma Editorial Kraft de Buenos Aires, importante empresa editora de sus libros. Sabemos que la firma Kraft cerró sus puertas definitivamente hacia fines de la década de 1960.
Libros y más libros fotográficos
Pero si la biografía es bien escasa, su notable trayectoria profesional por América del Sur se encuentra bibliográficamente documentada, en especial, gracias a una colección de notables libros editados con fotografías de su autoría y de una altísima calidad de impresión dedicados a varios países del cono sur: Argentina, Bolivia, Perú y aún Venezuela.
En este punto y con relación a la importancia de dichos libros fotográficos, debemos reflexionar que, desde el advenimiento del proceso fotográfico negativo-positivo hacia 1840 gracias al inglés William Henry Fox Talbot (1800-1877) -el cual permitía obtener de un solo negativo infinitas copias- la multiplicación real de estas imágenes fue en la práctica realmente muy escasa. El logro sobre ediciones fotográficas masivas recién se obtuvo hacia finales del siglo XIX, cuando se puso a punto la refinada técnica de la impresión fotomecánica.
Y es en este nuevo campo tecnológico de las fotos impresas donde se agiganta la figura del germano Herbert Kirchhoff, pues su reconocida maestría en la fotografía documental -pero también artística- pronto captó la atención de grandes editores, en especial de la firma argentina Guillermo Kraft Ltda., cuyos avanzados talleres de impresión se pusieron entonces al servicio de aquella inspirada cámara viajera.
Será desde la década de 1940 que en los talleres de G. Kraft se imprimirán destacados libros de arte sobre la realidad latinoamericana y todos ellos con fotografías exclusivas realizadas por el andariego Herbert Kirchhoff: "Bolivia. Sus Tipos y Bellezas" (1942); "Bolivia y su Gente" (1944); "Perú. Ayer y Hoy (1951); "Venezuela" (1955) e inclusive la importante obra "Perú" (1958) cuyo editor fue el mismo Kirchhoff. Debemos señalar que también otras empresas argentinas requirieron los servicios de sus cámaras viajeras. En 1949 y bajo la dirección artística y cuidado de impresión de Mario Rosarivo, editó "Bolivia en Acción".
Bolivia en acción, de Herbert Kirchhoff, en la página 100 incluye la toma reproducida más arriba, aquí con el siguiente epígrafe: Chipaya. Vista hacia la iglesia del pueblo, situado en pleno desierto altiplánico.
Desde sus inicios la fotografía profesional encontró en el retrato posado de estudio a su mejor y más redituable variante comercial, abriéndose en consecuencia los clásicos estudios fotográficos en las principales ciudades del continente. Sin embargo, hubo un reducido número de fotógrafos que optó por un camino muy diferente, más difícil podríamos decir; fueron aquellos aventureros quienes tomaron la decisión -seguramente muy vinculada a sus inquietudes personales- de salir con sus cámaras al exterior para documentar a través de vistas urbanas, rurales y de tipos y costumbres, toda la rica realidad social y geográfica sobre estos jóvenes países americanos. Será precisamente en esta difícil especialidad donde los registros de Herbert Kirchhoff se destacaron entre los de sus pares, precisamente por sus enfoques artísticos, novedosos encuadres y el tratamiento del paisaje con la sensibilidad propia de un pintor de naturaleza.
Una verdadera “Monumenta Fotográfrica" sobre Argentina
Puntualmente y con relación a nuestro país, la empresa creada por Guillermo Kraft editó con obras de Kirchhoff tres ambiciosos libros fotográficos y de una gran calidad gráfica. El primero, "Los Parques Nacionales Argentinos", salió a la luz el 12 de diciembre de 1945 con una tirada considerable de 5100 ejemplares en edición bilingüe -castellano e inglés- con sus ejemplares numerados e impreso en papel calidad Gramercy Bond, con tapa dura y sobrecubierta protectora. La edición contó con un proemio del escritor y poeta Rafael Alberto Arrieta (1889-1968) y la introducción del suizo A. F. Tschiffely (1895-1954), célebre por su raid a caballo Buenos Aires-Nueva York con "Gato" y "Mancha". Kraft señaló entonces su compromiso “(...) de reunir en una publicación de alta jerarquía gráfica una serie de vistas debidas a la capacidad y fino sentido plástico de un artista fotógrafo como Herbert Kirchhoff, que recorriera especialmente a indicación de nuestra editorial aquellas regiones durante largos períodos, eligiendo entre millares de éstas, los mejores motivos."
El segundo título será una edición monumental en dos voluminosos tomos titulada "La Argentina" conteniendo 500 fotografías exclusivas de Herbert Kirchhoff, todas epigrafiadas en castellano e inglés. Esta vez la obra fue acompañada por un proemio del poeta e historiador Arturo Capdevila (1889-1967) e introducción en lengua inglesa a cargo de Cyrus Townsend Brady Jr. Se editó en los Talleres Gráficos Kraft de Buenos Aires en 1949, ambos volúmenes con tapa dura y sobrecubierta y con una tirada de 5.150 ejemplares.
La Argentina, en dos tomos, ilustrada con más de quinientas treinta fotografías de Herbert Kirchhoff.
La propia Editorial Kraft adelantósobre este título: "En magníficos enfoques aparecerán en la obra tipos raciales, piezas arqueológicas, motivos religiosos, arte colonial, folklore nativo, trabajos agrícolas, rodeos ganaderos, ciudades populosas, actividades deportivas, paisajes de belleza, todo ello captado por un experto de aguzada visión y técnica privilegiada, en un largo peregrinaje sobre más de 50.000 kilómetros de suelo argentino, recorridos en tren, automóvil, avión y hasta sobre carreta y lomo de mula. Entendemos que ningún país de la tierra cuenta con una obra de tamaña magnitud como lo tendrá esta que anunciamos. Se llamará La Argentina (...)"
Herbert Kirchhoff en Tierra del Fuego
El último de los libros fotográficos sobre nuestro país realizado por Herbert Kirchhoff y editado por los Talleres Gráficos de Guillermo Kraft Ltda., llevó por título: "Argentina Austral - Latitude South". Se trata de una original Carpeta -suite de láminas- con 35 reproducciones en una notable impresión fotomecánica en blanco y negro sobre Tierra del Fuego y el Sector Antártico Argentino; el tamaño de las fotografías presentadas en cada hoja es de 21 x 31 centímetros, mientras que la edición bilingüe castellano e inglés contiene epígrafes explicativos muy completos sobre cada imagen.
En esta nueva publicación Kirchhoff es el autor de la totalidad de fotografías y de un extenso texto donde, con pluma ágil y amena, va explicando con minuciosidad las características de cada toma. Además, tuvo a su cargo la diagramación completa, por lo cual ostenta a su favor el correspondiente Copyrigth total de esta obra protegida por la ley N° 11.723. La hermosa carpeta se terminó de imprimir el 15 de noviembre de 1961 con una tirada de 5.100 ejemplares numerados.
Aquella misteriosa y helada "Terra Australis Nondum Cognita" -así descripta en los mapas de antiguos navegantes- fue el último territorio nacional explorado por su lente. Kirchhoff dio inicio a la aventura antártica a bordo del buque transporte "Bahía Aguirre" provisto de un completo equipo fotográfico para trabajar en estas latitudes. Durante el periplo por el Atlántico Sur visitó la base "Esperanza", los Destacamentos Navales "Almirante Brown" y "Melchior", y el Refugio Naval "Teniente Jubany", y desde allí navegó hacia las Islas Orcadas del Sur para, finalmente, retornar a Tierra del Fuego.
De las numerosas fotografías realizadas el autor eligió tan solo 35 vistas, discriminadas en 32 correspondientes a los distintos escenarios de la Península Antártica y las restantes a la isla de Tierra del Fuego. Nos explica Kirchhoff en su texto: "Ya en 1943, al preparar el libro La Argentina -y estando en Ushuaia- sus blancos y abruptos contornos imaginarios nos sugirieron visiones, creando siluetas fantásticas, sin sospechar que a principios de 1960 el buque transporte "Bahía Aguirre" de la Armada Nacional haría realidad lo soñado (...)". Por entonces aquella población bautizada con justa razón como ciudad del "Fin del Mundo" contaba con solo 5.000 habitantes. La primera fotografía que ilustra este artículo forma parte de esta serie y lleva el siguiente epígrafe: "Tierra del Fuego - Ushuaia. Cerros multiformes, la Bahía Ushuaia, ríos y bosques forman parte de los pintorescos alrededores de la ciudad".
El ejemplar vintage que hoy describimos es una gelatina de plata en blanco y negro y con sus márgenes blancos; la medida es considerable para este tipo de registros -31,2 x 38 cm- lo que nos indica que nuestro fotógrafo utilizaba una cámara de medio o gran formato. La identificación autoral se encuentra al dorso en un sello húmedo en formato rectangular y con la leyenda: " FOTO - Herbert Kirchhoff"
Con su maestría habitual el autor se ubica en un punto alto para abarcar en un efecto de tipo panorámico, la casi totalidad de aquella ciudad patagónica. Desde esta atalaya tiene a sus espaldas la bahía, a sus pies una de sus calles principales, flanqueada por las pintorescas viviendas con techos especiales de chapa para resistir el peso de la nieve y, hacia el fondo, enmarca este pintoresco paisaje urbano las imponentes cumbres nevadas de la cadena Martial.
Sabemos además que fotografías suyas ilustraron las conocidas guías de viaje del Automóvil Club Argentino, como por ejemplo la edición para la Zona Nordeste en agosto del año 1946 con un paisaje del "Salto Bosetti" de las Cataratas del Iguazú y "Detalle Ornamental - Ruinas de San Ignacio" ambas de la provincia de Misiones. Comprobamos que sus fotografías seguían presentes en las sucesivas ediciones de las voluminosas y prácticas guías del ACA.
Durante el primer gobierno de Juan D. Perón, se editó la Revista "Argentina"; una ambiciosa publicación del Estado Nacional que entre 1949 y 1950 difundió los planes y logros de aquel gobierno. La revista, de excelente calidad gráfica -incluyó tempranas fotografías a color-, se imprimía en la Editorial Kraft. En sus dieciocho números se publicaron fotografías de Herbert Kirchhoff y de otros fotógrafos, como el talentoso Pinélides A. Fusco, por entonces al servicio de la Subsecretaría de Prensa y Difusión que dirigía el periodista y político Raúl Alejandro Apold (1898-1980)
A modo de conclusión
La gran calidad de las obras fotográficas realizadas durante décadas por Herbert Kirchhoff en nuestro país, se ratificó a través de la entidad financiera holandesa Rabobank, cuya filial en Argentina conformó -bajo la curaduría de Facundo de Zuviría y Marjan Groothuis- la "Colección Rabobank de Fotografía Argentina" con un fondo de más de 300 obras realizadas por 57 maestros consagrados -entre ellos Herbert Kirchhoff-, 200 de las cuales fueron donadas oportunamente a la Colección Fotográfica del Museo Nacional de Bellas Artes.
Su apasionada visión sobre el mundo andino lo ubica entre los fotógrafos emblemáticos de esta parte de América. Encontramos obras de su autoría en colecciones públicas y privadas, tanto en Argentina como en los Estados Unidos y Europa.
Definitivamente un gran reconocimiento para este incansable viajero y su certera cámara americana.
* Especial para Hilario. Artes Letras Oficios
Abel Alexander
Presidente de la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía