Una obviedad al inicio: son hoy muy escasas las oportunidades de encontrar originales desconocidos de Julio Cortázar. Ni que hablar de descubrir inéditos del escritor argentino. Sin embargo, hace algo más de un año me contactaron en Uruguay para pedirme opinión, porque habían hecho un inesperado hallazgo. Al fondo de un cajón de libros aún no catalogados, perteneciente a la biblioteca de una familia local adquirida hace décadas por el padre de quien me consultaba, aparecía un conjunto de textos mecanografiados que, a primera vista, conectaban con la famosa colección de prosas breves publicada como Historias de cronopios y de famas.
Intrigado accedí al encargo. Luego de un examen preliminar, algunos de aquellos papeles podían ser definidos como una serie de textos presumiblemente inéditos de Julio Cortázar. Desde el punto de vista literario, teniendo en cuenta la época y el contexto compositivo, el estilo, el idiolecto del autor y los temas, no había en principio razones sólidas para pensar que estas páginas no fueran auténticas. Para profundizar en el asunto, mi idea inicial fue considerar el contexto de composición y algunos rasgos relevantes de la serie mecanografiada, y luego de identificar los textos que no habían sido incluidos en las distintas ediciones de Historias de cronopios..., evaluar si era plausible que perteneciesen a Julio Cortázar y se inscribiesen en ese entorno compositivo. Luego de leerlos y considerarlos en mayor detalle, creo que pueden sugerirse, además, algunas razones especulativas por las que no habrían sido incluidos en el plan de la edición de 1962, la primera en forma de libro.
El conjunto de papeles -cuarenta y seis textos mecanografiados- tiene valor e interés doble. Por un lado, en los originales de textos éditos, permite examinar variantes y profundizar en detalles de la génesis compositiva cortazariana. Por otro, la inclusión en el grupo de los restantes originales mecanografiados no publicados -o no incluidos en la mayoría de las ediciones, comenzando por la de 1962- permite hacer una lectura comparada de ellos con respecto al resto sí publicado, especulando sobre las razones de la exclusión. Éstas pueden ofrecer intuiciones interesantes sobre la obra édita.
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Repasemos pues el interesante hallazgo. La colección original mecanografiada contiene numerosos textos que fueron publicados, prácticamente sin variantes, en la primera edición de Historias de cronopios y de famas, en 1962 (Buenos Aires, Minotauro). El orden en que se hallaron no coincide con el que luego apareció en esa publicación. Estos originales -si nos atenemos a lo que se publicó después-, contienen el núcleo inicial de Historias de cronopios y de famas, del cual se utilizaron además algunos textos que claramente no forman parte de lo que Cortázar identificó como "la serie de los cronopios" y que fueron reubicados en otra sección de la edición original, que se titula "Material plástico". Estos textos son "Fin del mundo del fin" (con su título cambiado -originalmente "It was a small world"- y con dos modificaciones que suprimen el término “fama”, eliminando la conexión con la serie de los "cronopios"); "Plan para un poema"; "Discurso del oso" (que cambia el título, originalmente "Relato del oso"); y "Aplastamiento de las gotas".
Además, gracias al extraordinario conocimiento de Lucio Aquilanti, anticuario, librero y experto investigador de la obra de Cortázar, sabemos ahora que hay cuatro textos publicados ya, por vía separada a la edición primigenia de 1962. Ellos son: “Vialidad”, “El prisionero”, “Se le traba la lengua” y “Los espejos la tiranía”. [1]
Y lo más relevante del hallazgo, siete de sus textos son presuntos inéditos, titulados "Inventario”, “Carta de un fama a otro fama”, “Mariposas automáticas”, “Los viajes y los sueños”, “Diminuto unicornio”, “Rabia del espejo” y “Rey del mar”.
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En la colección que estamos examinando hay una unidad de estilo que se despliega en distintas series. Cortázar recuerda esta etapa compositiva como el hallazgo de una "voz" y un estilo característicos. «Una vez que terminé toda la sección de los cronopios, unas veinte anécdotas más o menos, los episodios se me fueron ocurriendo [...]», decía Cortázar en una entrevista con Evelyn Picon Garfield publicada en 1983 [véase The Review of Contemporary Fiction, otoño de 1983, Vol. 3.3].
El texto publicado en 1962 es una composición resultante de la suma de varias producciones dispares por el lugar y el tiempo, en las que Cortázar encontró «un tipo formal de unidad», como él mismo dice: «Un día en Buenos Aires, Francisco Porrúa, que es el asesor editorial de la editorial Sudamericana y un buen amigo, leyó "Cronopios y Famas" en ese pequeño mimeógrafo [2] y me dijo: "Me gustaría publicar este libro, pero es muy corto, ¿no tenés otras cosas?". Así que busqué entre mis papeles y aparecieron las otras secciones. Me di cuenta de que, aunque eran diferentes, la totalidad de las partes formaban un libro unificado. Una unidad de tipo formal, en primer lugar, porque todos son textos breves. Así que los puse en orden para hacer un libro que tuviera un tamaño normal».
El testimonio de este autor sitúa claramente la composición, su tamaño y la unidad de estilo en la época en que está fechado el conjunto original examinado, pero no añade detalles sobre el contenido concreto.
Aquilanti aporta varias menciones de Cortázar que remiten al momento de aparición de estos textos. En la primera, de 30 de mayo de 1952, escribe desde París a María Roccchi «me han nacido unos nuevos bichos que se llaman cronopios». En los seis meses siguientes hay varias alusiones a esta serie, y para fin de año consta que ha enviado a Luis María Baudizzone, en Buenos Aires, un original mecanografiado que «se llama Historias de cronopios y de famas». Este original mecanografiado corresponde a ese momento compositivo, y surge de la misma máquina de escribir, una Royal. Es, apunta Aquilanti, apoyándose en varios ejemplos de su correspondencia, «la misma máquina de escribir con la que el autor producirá cuatro años más tarde, en 1956, varios textos que duplicaría en su casa con ayuda de un mimeógrafo».
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En plena investigación, nos enfrentamos pues a la necesidad de evaluar si los demás textos de la colección -hasta aquí inéditos- pertenecían desde un punto de vista literario, de forma verosímil al mismo conjunto original. Se trata de los titulados "Inventario"; "Carta de un fama a otro fama"; "Mariposas automáticas"; "Los viajes y los sueños"; "Diminuto unicornio"; "Rabia del espejo"; y dos páginas, presumiblemente separadas -aunque parecen ser dos entradas sobre el mismo motivo- con idéntico título: "Rey del mar".
Aunque las secciones o capítulos finalmente incluidos en la edición de 1962 se distinguen bastante entre sí en varios aspectos, todos ellos podrían tener en común una cierta adscripción -aunque sea a través del toque personal de Cortázar- al ambiente surrealista de yuxtaposiciones, asociaciones libres, juego con el humor y el absurdo, evocación de ambientes oníricos, etc. En esa edición sólo la cuarta y última parte tiene como tema el núcleo original de "cronopios" de 1952, en tanto que la sección "Material plástico" sirve de espacio para la publicación de textos más heterogéneos, en los que podrían haberse incluido algunos de los inéditos que estamos examinando.
¿Cómo interpretar las exclusiones de los mencionados textos del conjunto finalmente publicado? Si uno se concentra en una lectura literaria, las razones sólo pueden ser especulativas: cuestiones de calidad relativa, de mayor o menor logro o acabado de cada texto, y razones comparativas tanto en cuestiones de estilo como de forma y temática. Veamos cómo agrupar los textos que creemos inéditos para caracterizarlos.
En primer lugar, sólo dos de ellos -los titulados "Carta de un fama a otro fama" e "Inventario"- podrían formar parte de la serie principal, la de los "cronopios".
"Inventario" parece ser un intento inacabado, o al menos uno claramente no tan logrado como el resto. Es posible que se tratara de crear un conjunto fragmentario acumulativo de objetos pertenecientes a un cronopio muerto. Esa idea de construcción por acumulación dispar estaba de alguna manera en el repertorio surrealista -al estilo de los experimentos que Nicanor Parra realizaba en esos mismos años-, por ejemplo "Los vicios del mundo moderno" incluido en Poemas y antipoemas (1954), y señala que el texto es coherente con una tendencia cultural de los años de su presunta composición.
La no inclusión del texto puede deberse a que este intento no parece alcanzar un estado final convincente -esto, por supuesto, no es más que nuestra apreciación subjetiva. El escrito consiste en la transcripción de tres pequeños fragmentos de las actas de un "Boletín Oficial" de una fantástica ciudad norteamericana ("Langdon Creek"), y luego otros tres objetos inconexos (recortes de un álbum de Gath & Chavez, una colección de 25.000 cartas "A" recortadas, y 14 rollos de alambre de espino «con las púas cuidadosamente limadas»). Especialmente la transcripción de las actas y los pequeños diálogos que incluye son de escaso interés, dando un efecto general de poco impacto en el lector, especialmente en comparación con el conseguido por la mayoría de los textos. Esto, como decíamos antes, podría explicar la no inclusión final.
En cuanto al otro texto que sería de la serie de los "cronopios", titulado "Carta de un fama a otro fama", en él, para empezar, aparecen muchos de los elementos presentes en los otros relatos de la serie correspondiente, por lo que puede considerarse claramente parte de esta. Por ejemplo, la característica de los famas como algo más interesados en los elementos generales de estatus del mundo "normal"; una cierta tendencia a la envidia o a la competencia; un espíritu obstinado; etc. Estilísticamente, también, hay algunos giros o búsquedas de ligeras desviaciones del lenguaje formulista o habitual («Esperamos suspendidos, y lo saludamos muy atentamente» al final, por ejemplo). Todo ello es característico del material finalmente publicado. Este texto, por tanto, podría perfectamente haber entrado en la edición definitiva, y si finalmente quedó fuera debió ser por consideraciones de su calidad frente a otros de la serie, hechas por el autor. No hay otros elementos discrepantes.
Los textos "Mariposas automáticas" y "El rey del mar" son poemas, que llevan claramente el estilo cortazariano presente en otros de sus poemas publicados. Formalmente, tienen el aspecto característico de los "poemas en prosa" del autor, con una atmósfera fantástica y onírica, con cierta unidad "narrativa" que a menudo convierte a todos los textos de Cortázar -y especialmente a los de los años que estamos considerando- en "poesía en prosa", con una distinción fronteriza a menudo difícil de trazar. Es razonable que no se incluyeran en la edición de 1962. En cuanto a su no publicación posterior, puede deberse a muchas razones, pero nada indica que no sean de Cortázar, y su calidad literaria es notable.
Los textos restantes son dispares en extensión y calidad, aunque ninguno de los cuatro formaría parte del conjunto de "cronopios". De ellos, "Los viajes y los sueños" y "Diminuto unicornio" son de gran interés literario; son textos que a este lector le parecen bien acabados, y llenos de sugerencia y belleza de lenguaje. En ese sentido es curioso que no se hayan publicado, pero es un hecho que tampoco encajan fácilmente en la serie de la edición de 1962. Ambos narran situaciones particulares -una orquesta atravesada por un tren en uno, un pequeño unicornio encerrado en una caja en el otro- en un aura claramente fantástica.
En cuanto a "Rabia del espejo", el texto restante, de menor extensión -y potencia literaria-, está dentro de la atmósfera de los anteriores.
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En fin, desde el punto de vista literario, teniendo en cuenta sobre todo la época y el contexto de composición, el estilo, el idiolecto del autor y los temas, no hay ninguna razón sólida para pensar que estas páginas no sean auténticas. Formarían parte de un grupo original compuesto en 1952, momento inicial en el que Cortázar estaba produciendo y explorando el grupo de textos de los "cronopios", y al mismo tiempo -y esto es muy común en cualquier proceso creativo- escribiendo también textos en paralelo de otros "grupos" temáticos y estilísticos.
A su vez, es posible entender la no inclusión de los textos examinados en la publicación de 1962, en unos casos por su carácter foráneo, y en otros por diferencias apreciables en la realización literaria final, como se ha detallado anteriormente.
Algunos textos, aunque de calidad muy apreciable, no encajan en la serie publicada, y unos pocos no alcanzan el nivel requerido para un conjunto tan exigente como el publicado en 1962.
Obviedad de cierre: esto no tiene nada de extraño. No cabe esperar que toda la producción de un escritor en un momento dado llegue a publicarse.
Notas:
1. El propio bibliógrafo de Julio Cortázar, Lucio Aquilanti, realizó un estudio sobre la colección que permitió detectar la publicación de estos cuatro textos en la edición edición norteamericana Cronopios and famas, en ediciones mimeografiadas, revistas y ediciones póstumas.
2. Bien lo explica Lucio Aquilanti en el artículo aquí publicado, aseverando que los textos hallados son versiones escritas a máquina por su autor, y no forman parte de esas breves tiradas que imprimió en su mimeógrafo por aquellos días, una de las cuales -lo indica Cortázar- llegó a manos del editor F. Porrúa.
* Especial para Hilario. Artes Letras Oficios