Desde el viernes 14 de abril, al domingo 16, la ciudad de Olavarría se “vistió” de cinceles en homenaje al maestro Armando Ferreira. Las salas del Museo Dámaso Arce recibieron el 10° Encuentro Nacional en un ambiente de camaradería que habla de la vitalidad del oficio en nuestro país.
Después del acto inaugural, el público recorrió la exposición atraído por las obras emblemáticas de Dámaso Arce (1874 – 1942), el orfebre que transitó el camino de las artesanías al arte, y una selección de obras de Armando Ferreira (1941 – 2022), el gran platero que, lo explicó Valentín Demarco -uno de sus discípulos, orfebre y artista contemporáneo-, decidió avanzar por la ruta inversa, desde el arte a las artesanías. [1] Este concepto fue presentado en el marco de la charla abierta que Demarco ofreció a sala llena con el título de “Ferreira y la invención de la platería olavarriense”. Las creaciones de ambos maestros se presentaron acompañadas por las piezas de un importante conjunto de plateros que llegaron a Olavarría convocados por la memoria del gran gestor de esta iniciativa allá por los inicios de la década del noventa.
El sábado, la mañana olavarriense se colmó de emociones y esperanzas en la Mesa Redonda que protagonizaron las plateras y plateros presentes en un coloquio que disfruté moderando. El futuro del oficio a través del esfuerzo colectivo fue abordado con pasión y compromiso recibiendo con gran expectativa la constitución de la Asociación de Plateros/as Argentinos/nas. Y por la tarde fue el turno de la técnica; en la Escuela Municipal de Orfebrería y Artesanías Tradicionales “Maestro Armando Ferreira”, Luis Chávez -destacado discípulo de Ferreira- dictó un taller sobre cincelado, con un vivo interés de colegas y alumnos. Un acto de transmisión de conocimientos que hoy se ha extendido por todo el país y es una de las razones que explican el notable desarrollo de este oficio en tiempos de las producciones seriadas de la era industrial y de la inteligencia artificial.
Desde nuestro vínculo con las artesanías queremos reconocer el acierto de esta iniciativa creada por el querido Armando Ferreira, un maestro sin igual. Su huella forma parte de la ruta que a diario construyen los plateros de Argentina y su ejemplo es un modelo adoptado por numerosos artífices decididos a enseñar los secretos del oficio garantizando su continuidad, vigencia y renovación.
En las imágenes, una pequeña galería de obras y momentos.
Nota:
1. Dámaso Arce vendió su comercio de platería en 1928 para dedicar su vida a las artes; en esos años elaboró una serie de jarrones que hoy atesora el Museo Municipal de Olavarría que lleva su nombre. A la inversa, Armando Ferreira, formado en el taller de Amoroso y Llera -sucesores de Dámaso Arce- y eximio dibujante, eligió el oficio de platero para madurar profesionalmente y capacitar a una pléyade de discípulos que hoy extienden por buena parte del país ese estilo tan distintivo de la orfebrería olavarriense.
Obras de Armando Ferreira. Fotografía: Cristian Tato Soriano.