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LIBROS ANTIGUOS

2022 - FERIA DEL LIBRO ANTIGUO

CUANDO PETTORUTI LLEGÓ AL MNBA

Luz en el templo. Ministerio de Justicia e Instrucción Pública. Buenos Aires. 1942.


In 8º mayor (20,2 x 15,7 cm), 277 pp., incluye Portada, con una dedicatoria firmada por el autor en Ascochinga, en 1942, más 1 h. Encuadernación en pasta con lomo de cuero, con pérdidas. En su interior, en buen estado. Ejemplar con ex libris de Ángel María Zuloaga. Primera y única edición.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

 

En la gestión de Atilio Chiappore, director del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires entre los años 1931 y 1939, se aprobó la incorporación de "El arlequín", de Emilio Pettoruti, al patrimonio de dicha casa. Pettoruti había regresado al país en 1924 y necesitó diez años para que una pintura de su autoría ingresara al MNBA. Aseguró Chiappore en su obra Luz en el Templo: "El peligro no está en abrir las puertas del museo a la obra temeraria o incompleta. El peligro fincaría en cerrarlas, inmediatamente, tras ella, con el candado de la consagración".

 

En los años de maduración de las vanguardias más tempranas, el Museo Nacional de Bellas Artes le dio la espalda a las nuevas sensibilidades y el ingreso de "El Arlequín" fue tomado como una clara victoria de los jóvenes artistas; el cambio fue muy importante si lo comparamos con la normativa primigenia que sólo aceptaba el ingreso de obras de autores fallecidos y luego de rigurosos exámenes tomados por los exponentes más conspicuos del viejo arte. 


Zuloaga (1885 – 1975), destinatario de la dedicatoria “en prueba de alta estima intelectual”, de origen mendocino, fue uno de los creadores de la aeronáutica nacional; sus proezas en el aire le permitieron batir récords sudamericanos, cruzar por primera vez los Andes sobre sus altas cumbres en un globo aerostático en 1916, dirigir la Escuela de Aviación Militar y mucho más. Domar el cielo fue sin duda su gran anhelo, pero en el quehacer diario otra tarea le despertaba ilusiones y placeres: disfrutar de la lectura en su lugar preferido, la biblioteca. Con buena parte de ella se creó la Biblioteca Nacional de Aeronáutica.


GMM


AUTOR/A CHIÁPPORI, ATILIO
ITEM 14

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