Autorretrato. 1863.

“Retrato de busto. El modelo, perfilado hacia su derecha, presenta tez blanca, algo rojiza y ojos pardos, una gran calva rodeada por cabello castaño claro entrecano, bigote afeitado y grandes patillas. Viste cuello blanco, corbata y americana negras. El fondo ocre claro se desvanece hacia la izquierda.

La cabeza está dibujada con minuciosidad y tratada a la manera de las miniaturas.

Acuarela en forma oval sobre papel. Sin firma. Diámetro vertical 0,115 m. Diámetro horizontal 0,085 m. En la parte posterior lleva la siguiente inscripción de letra del artista: 5-63.

Obra en muy buen estado de conservación, manteniendo la frescura del colorido.

Perteneció a la señora An. M de Cané.

Propiedad del Señor Antonio Santamarina - Buenos Aires.”

Hasta aquí, la descripción exacta de la obra publicada en el libro Prilidiano Pueyrredón, que editó la Academia Nacional de Bellas Artes en 1945, el primer gran estudio sobre la pintura de este notable artista y aún la principal referencia sobre su producción. Por nuestra parte sólo podemos agregar que, en la leyenda ubicada al dorso, también se indica el mes de junio.

Lo cierto es que, dispersada la colección de Antonio Santamarina (1880 - 1974), esta obra no fue incluida entre las donadas al Museo Nacional de Bellas Artes, ni en las que se remataron en Londres en el mismo año de su deceso, ni entre las ofrecidas en distintas subastas en Buenos Aires. Sus pasos se habían perdido y hoy tenemos el privilegio de retornarla a la luz, buscando un nuevo hogar.

“El retrato fue el género con el que Prilidiano Pueyrredón (1823 - 1870) ganó prestigio y reconocimiento, a partir del impulso que significó pintar el de Manuela Rosas, antes de viajar a Europa en 1851. A su regreso a Buenos Aires, en 1854, las personalidades que representó desde entonces conformaron una clientela fiel y estable, pues tenía con ellas lazos familiares, de amistad o profesionales, y compartían los mismos círculos sociales. Los principales clientes del pintor, adeptos a sus pinturas, encargaron retratos individuales, de matrimonios, de sus hijos, y de parientes fallecidos. Esta galería intenta evidenciar esta red de relaciones cercanas, que incluye a destacados personajes de la época, hacendados, intelectuales, miembros del clero y grandes personalidades, que estaban unidos al artista por motivos laborales, de clase social, o por los contactos políticos de su propio padre. Ellos fueron quienes validaron su producción, la exhibieron y la atesoraron -en algunos casos contaban con más de una pieza en su haber- y permitieron legarla a la posteridad.” (1)

Nota: 

1. María Florencia Galesio, Paola Melgarejo y Patricia Viviana Corsini, Prilidiano Pueyrredón. Un pintor en los orígenes del arte argentino, en el Museo Nacional de Bellas Artes, en Revista digital Hilario. En Internet: VER