Freno de hierro con pontezuela fija. Sudamérica. Siglo XVIII.

Excepcional ejemplar. Hierro forjado, cincelado y fundido. 

Medidas. Largo: 23 cm. Ancho: 15,5 cm. Peso: 707 gr.

Resulta particularmente atractivo dar con un ejemplo de excelencia en la forja de frenos; su funcionalidad -aceptada en la época-, con diversas resoluciones técnicas de jerarquía nos sitúan ante una expresión del calificado nivel que alcanzó la herrería en Sudamérica en tiempos virreinales. Para comprender cuán difícil resultaba dar con esta maestría en nuestra región, debemos insistir con el dato sobre la carencia de yacimientos de hierro explotados a nivel local. Su carencia y uso estratégico -se lo empleaba preferentemente para la forja de espadas, lanzas y otras armas imprescindibles-, obligaba a los herreros informar a las autoridades el carácter de las piezas realizadas con su stock, el que era celosamente vigilado por los representantes de la corona, quienes debían velar por la seguridad de sus ciudadanos, empeñados en avanzar sobre los territorios habitados por los distintos pueblos originarios, y además -nos referimos ahora a los súbditos de la corona española-, controlar sus fronteras ante el avance de los lusitanos.

En ese entorno, la construcción de un freno de lujo obedecía seguramente a un destino jerarquizado. ¿Quién habrá sido el jinete que dispuso de este bocado de lujo para ensillar su caballo?