Globos aerostáticos. Buenos Aires. Circa 1910.
Copia vintage. Papel a la albúmina. Tono sepia. Medidas: 12 x 18,7 cm. Obra en buen estado de conservación.
Resulta muy halagüeño el significativo progreso que han obtenido en las últimas décadas los estudios sobre la antigua fotografía argentina. Gracias a múltiples iniciativas en los campos de investigación, rescate y puesta en valor sobre esas amarronadas imágenes, salen a la luz hallazgos inesperados. En esta avalancha de novedades iconográficas, algunas se destacan llamativamente.
Tal el caso de esta inusual escena realizada a "plein air" sobre los primigenios de los viajes en globo en la Argentina; cuyos héroes y víctimas ya forman parte de una historia apasionante por los sacrificios que abrieron las puertas de la moderna aviación.
Históricamente los globos tripulados se inician en el país hacia el año 1855 con tres accidentados intentos sobre Buenos Aires del francés Paul Lartet pero, quien completó con éxito esa meta sobre el cielo porteño, fue el inglés Gibbons Wells en mayo de 1864. A su vez es poco conocida la temprana hazaña del capitán español Miguel Sanz, quien se elevó a gran altura sobre Villa María (Córdoba) durante 1890.
Iniciado el siglo XX los vuelos tuvieron mayor repercusión pública con pilotos cuyos nombres se encuentran grabados en la historia aeronáutica; tal el caso de Aarón de Anchorena (1877-1965) quien importó un artefacto francés al que bautizó "Pampero" y, acompañado del célebre deportista Jorge Newbery (1875-1914), se elevaron a la gloria un 25 de diciembre de 1907 cruzando por vez primera el Río de la Plata hasta aterrizar en la vecina Uruguay.
Y apenas tres años más tarde, los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo permitieron la mayor concentración de aquellos gigantescos aparatos. La valiosa fotografía que nos acompaña, documenta perfectamente hacia la época la pasión del público porteño por este nuevo y peligroso deporte.
En esta ocasión y sobre un pequeño prado se encuentran dos globos listos para conquistar los cielos; los rodea una multitud ansiosa por presenciar ese espectáculo fuera de lo común. Mujeres con sus largos vestidos, hombres de todas las clases sociales, ciclistas y niños de gorras rodean absortos las canastillas de los intrépidos viajeros.
El fotógrafo capta aquella heterogénea multitud de espalda a la cámara, pero en su momento preciso, gracias a los sensibles negativos de vidrio. Ahora y a más de un siglo de distancia, una copia vintage por contacto de aquel suceso, ha sorteado mil peligros de destrucción y llega a nuestras manos... Lo hace en busca del nuevo dueño que sepa apreciar y conservar este documento único e irrepetible. ¡Vaya responsabilidad!
Abel Alexander
Presidente de la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía
AUTOR/A | FOTÓGRAFO NO IDENTIFICADO |
---|---|
LOTE | 84 |
PRECIO BASE | U$S 50 |
¿Le interesa vender algunas obras?
Envíenos un correo electrónico indicando brevemente
qué obras piensa poner en venta, y le responderemos. Haga click aquí
Suscríbase a nuestro newsletter para estar actualizado.
Ver nuestras Revistas Digitales