Par de candeleros. Buenos Aires. Finales del siglo XVIII o primera mitad del siglo XIX.

Encantador testimonio de la orfebrería de uso civil rioplatense. Domina cada pieza el astil o columna lisa, dividida en dos tramos; más largo y de sección troncocónica el inferior, y en forma de tubo el superior, sobre el que apoya el portavela de bordes festoneados. Todo el conjunto se sostiene sobre una elevación troncocónica -cincelada con detalles de hojas- que evoluciona en el centro de la base circular, lisa, la que sólo cuenta con una guarda labrada a cincel. 

Medidas. Alto: 31 cm. Diámetro de la base: 14,2 cm. Peso (de ambos): 1.332 gr. Ex colección Elisa Peña.

Para la época, es bien sabido que la platería rioplatense se distinguía por la presencia de la superficie lisa, bruñida, y apenas decorada con una simple moldura y en ocasiones, un adorno hecho a cincel con un tema de follajes. 

“A principios del siglo XIX -asegura Adolfo L. Ribera- era normal en toda casa acomodada el uso de vajilla de plata, lo cual se ve en un inventario del año 1804, correspondiente a los bienes del deán de la Catedral doctor Nicolás Videla del Pino, promovido al obispado del Paraguay. En plata labrada tenía su casa: 8 fuentes, 24 platos, 5 bandejas, cubiertos, cafetera, mates, bombillas, candeleros, y un sello con sus armas. (1)

Este bello par de candeleros cuenta además, con una trazabilidad que lo jerarquiza: ha permanecido en la familia del heredero de Elisa Peña hasta nuestros días. Y sobre ella hemos abundado en su gusto por la platería en el lote 17, que bien vale leer.

Nota: 

1. A. L. Ribera - H. H. Schenone, Platería Sudamericana de los Siglos XVII -XX, Munich, 1981, pp. 78-79.