Par de espuelines. Buenos Aires. Décadas 1840 a 1880.

Típico par de espuelines “firmados” por uno de los plateros más destacados en tiempos de Juan Manuel de Rosas y en los años siguientes. Con el tramo externo del arco formado por dos volutas -decoradas con guardas de puntos y pequeños detalles de cincelado- en tanto que la parte que se calza sobre el caballo se presenta lisa y sin movimiento, salvo la curvatura para apoyarse en la bota del jinete. El pihuelo, también con volutas y pestaña, retiene una pequeña rodaja de hierro con numerosas puntas truncas. Y en los extremos del arco, el externo con un rosetón y la hebilla, y el interno, con un pequeño botón de surcos concéntricos. En ambos, los punzones del autor: C. SILVA, dentro de una cartela rectangular con bordes festoneados. 

Medidas. Largo total: 16,2 cm. Peso (el par): 362 gr. 

Ex colección Quirno Costa.

Su procedencia y el haber estudiado otros dos pares de similares características nos permiten confirmar la autoría. Llamativo que los pares anteriores habían sufrido quebraduras en los arcos, pero no así en el presente, que se encuentra en muy buena forma. Sus dimensiones pequeñas ahora nos alientan a pensar que estamos ante un conjunto de piezas elaboradas por este notable orfebre en sus primeros tiempos en Buenos Aires, cuando aún el gusto por las nazarenas de generoso tamaño no se había instalado en la sociedad porteña. O quizás, ya fallecido el maestro, cuando le sucedió en el taller su yerno, Manuel Moreno, quien seguía punzonado con la marca del destacado Cándido Silva. 

Es sabido que entre los plateros criollos activos en los tiempos de Juan Manuel de Rosas, “(...), el que gozaba de fama mayor era el uruguayo Cándido Silva, quien había aprendido el oficio con orfebres portugueses y permaneció en Buenos Aires durante el gobierno de Rosas y muchos años más, hasta su muerte, en 1877.” [2] 

Notas: 

1. Susana Fabrici, en “Plateros de la Federación”  (Museo de Motivos Argentinos “José Hernández”. Buenos Aires, 1993).