Par de estribos campana. Buenos Aires. Décadas 1870 - 1890.

Bella expresión de la platería ecuestre argentina. Con sus brazos aplanados y en forma de S, que amplía su superficie en los laterales del faldón, donde la decoración alcanzaba su cénit. De generoso tamaño y borde ondeado, cada faldón reúne un motivo floral de distribución simétrica con una reserva central sin uso. Su ojo, transversal, también contiene detalles de hojas y flores. Su hondón o pisada es lisa. Ha tenido una restauración, conservando toda su prestancia original. 

Medidas. Alto: 21 cm. Abertura: 9 cm. Peso (de ambos): 924 gr.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, los estribos de arco ampliaron su tamaño, en especial por un desarrollo notable del faldón, como bien lo podemos apreciar en este ejemplar. Sobre su origen en nuestro país, Martiniano Leguizamón -lo comenta Justo P. Sáenz-, opinaba que eran de “origen oriental o brasileño, y entraron a Buenos Aires por paulatina infiltración de Entre Ríos, o tal vez directamente por intermedio de las huestes del general Oribe, cuando derrotado en la costa del Palmar, el año 1838, embarcó seguidamente para esta ciudad con cuatrocientos partidarios, entre jefes, oficiales y soldados”. (1)

Lo cierto es que en Uruguay esta variante derivó hacia ejemplares de mayor tamaño aún, y con una fuerte presencia de oro.

Nota: 

1. Citado por J. y J. Eguiguren, en Platería ecuestre rioplatense, Buenos Aires,2014, p. 241.