Retrato de Antony Tudor. Circa 1955.

Obra vintage. Copia a la gelatina de plata firmada por su autora. Impresión en blanco y negro. Márgenes blancos. Medidas: 24 x 18,2 cm.  Al dorso de la obra se ubican diversas leyendas sobre autoría y archivo en sendos sellos húmedos; con tinta azul: "Copyright by Annemarie Heinrich. Santa Fe 1026 - T.E. 41-8358" y en tinta negra: "Foto Estudio. Annemarie Heinrich - Santa Fe 1026 - T.E. 41-8358". Referencias de archivo: "Foto N° 231. GDL". "26213" (números en tinta roja y tachado) - En lápiz grafito: "LS69". Textos manuscritos: "Anthony Tudor - (estudio) - Coreographo". Obra en excelente estado de conservación.  

Desde los inicios de su talentosa carrera fotográfica, la alemana Annemarie Heinrich (1912 - 2005) se volcó con verdadera pasión al difícil arte de la retratística. El ámbito de su creatividad fue la galería de toma y el increíble manejo de luces y sombras modelando aquellos rostros, incursionando con audacia en el campo riesgoso de la creación artística a través del fotomontaje. Fueron sus maestros Melita Lang y Sivul Wilenski entre otros. En este especial segmento de creatividad, uno de los mejores ejemplos es el audaz retrato que realizó del coreógrafo, bailarín y profesor de danza Antony Tudor (Londres, 1908 - Nueva York, 1987).

Si bien frente a su cámara de estudio posó buena parte de la alta sociedad porteña, un capítulo aparte y de gran significación profesional, fue su relación iconográfica con una amplia gama de artistas argentinos y aún extranjeros. Las tapas de la revista "Radiolandia" - por solo mencionar un ejemplo entre otras tantas publicaciones - fue durante décadas la vidriera de exhibición multiplicada por miles de ejemplares.

Hacia el año 1958 y ya dueño de una consolidada fama mundial, Antony Tudor desplegó en el Teatro Colón de Buenos Aires la coreografía sobre la reconocida obra "La Leyenda de José", ballet de un solo acto, con música del famoso compositor Richard Strauss. 

Como tantas figuras célebres de su época, su visita al estudio de Annemarie Heinrich en Av. Santa Fe 1026 fue casi un acto reflejo. Es que los apreciados retratos de aquella intuitiva alemana siempre estaban al servicio de prensa y promoción tan necesarios en aquellos artistas vinculados al espectáculo. Como resultado de una de sus visitas, apreciamos este audaz fotomontaje que nos muestra al inglés Tudor en un primer plano de frente y perfil fundidos en una sola y enigmática imagen. 

Es interesante señalar que, posteriormente, por el año 1960 y en plan de expansión profesional Heinrich se mudó a un nuevo Estudio ubicado en Avenida Callao 1475, el cual y luego de 64 años de trayectoria, aún sigue activo - el único abierto en Buenos Aires - bajo la dirección de sus hijos los fotógrafos argentinos Alicia y Ricardo Sanguinetti. 

Por su osadía y calidad artística el presente retrato titulado: "Anthony Tudor - Picassiana - 1955" fue seleccionado por el fotógrafo, docente y curador Juan Travnik para su libro: "Annemarie Heinrich - Un cuerpo, una luz, un reflejo" de Ediciones Lariviére (2004) y en coincidencia con la exposición retrospectiva realizada en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta (Buenos Aires). Una obra única en su tipo.

Abel Alexander

Sociedad Iberoamericana de Historia de la fotografía