Eduardo Sacheri. Alfaguara. Buenos Aires. 2022. En 4° (23,5 x 15 cm), 287 pp. Encuadernación rústica de editor.
Eduardo Sacheri tiene un público fiel, es sabido. Autor de cuentos y novelas que ya se han traducido a veinte idiomas y entre otras actividades, columnista de Perros de la Calle, el programa radial de Andy Kusnetzoff, esta vez se lanzó a una nueva aventura, o quizás no.
Licenciado y profesor de Historia, resulta evidente que en las profundidades de esta disciplina se desplaza como pez en el agua. Lo advierte, no es un investigador, no esperen nuevas teorías sobre aquel tiempo convulso que sacudió nuestro territorio entre los años 1806 y 1820, pero maestro en el arte de la palabra, sí disfrutarán de un texto ameno, didáctico y pleno de información.
Las explicaciones y las preguntas que plantea resultan de vivo interés. Por ejemplo, al referirse al virrey Sobremonte y su conducta ante los ingleses, se detiene en el mito del funcionario corrupto y mentiroso que huye ante los problemas. Ensaya respuestas, se interroga y desarma la premisa sobre el carácter cíclico de la Historia, lo hace simple y claro, como si le hablara a sus alumnos adolescentes -Sacheri sigue ejerciendo su misión de profesor ante alumnos de la escuela media y la universidad- y nos asegura que la Historia no se repite… que no estamos “obligados” a padecer sus actos fallidos.
Este es uno de los grandes aciertos de Los días de la Revolución, lo reconoce Natalio R. Botana, presidente de la Academia Nacional de la Historia, al ofrecer su mirada sobre esta obra en la revista Ñ: «Quienes nos preguntamos cómo enfrentar el “relato”, por razones historiográficas y también ciudadanas, terminamos chocando con el problema de la complejidad. Sacheri advierte que las cosas son realmente complejas, pero se las ingenia para explicarlas con claridad y rigor analítico. Es un mediador que encontró su camino en la “historia pública”. Ojalá persista. Los historiadores y los ciudadanos lo necesitamos».