Por Roberto Vega Andersen En Argentina, estos últimos treinta días están pletóricos de noticias deportivas con el triunfo de la selección nacional de fútbol en el Mundial de Qatar, un acontecimiento que nos instaló en las primeras planas del orbe. No vamos a analizar las dimensiones épicas de esta victoria sobre el ex campeón, la escuadra francesa, ni pretendemos hacer un estudio sociológico sobre la conducta de nuestra población frente a tamaño logro, ni tampoco medir el desplante de los protagonistas frente al cerco tendido por las autoridades nacionales que buscaron capitalizar su melodía… Sólo pretendemos aplaudir la conquista futbolera que bañó de alegría a una sociedad ávida de buenas noticias y fue el plantel conducido por Scaloni y Messi -desde fuera y dentro de la cancha- el que cumplió tal proeza. A ellos, todo nuestro agradecimiento; quedaron grabados en nuestros corazones. Pero ya transitamos el día después y en estas horas, los problemas que aquejan al país y al mundo siguen su curso, nos referimos a las hambrunas, guerras, desplazamientos forzados de las poblaciones, ejecuciones por razones religiosas, crisis climática y un variopinto etcétera. Desde Hilario nos queda manifestar el horror que provoca la indiferencia de los poderes políticos y económicos frente a estas hecatombes. Ese silencio y apatía manifiesta complicidad, muchas veces originada en el deseo de no ofender a un socio, o a un potencial socio, además de expresar la incapacidad y bajos instintos de los líderes internacionales, incluyendo en este juicio a nuestras dirigencias. En la última entrega del año, próximos a disfrutar del estío, queremos hablarles de cultura, arte e historia a través de las voces expertas que le dan carácter y personalidad a esta publicación. Irina Podgorny, Sonia Decker, Anabella Laura Montelleone, Guillermo Palombo y Abel Alexander robustecen con sus conocimientos y opiniones esta pequeña botella lanzada al mar con sus mensajes. Junto a ellos les acercamos nuestros más altos deseos y que en estos días de Paz y reflexión interna encontremos las razones más profundas para disfrutar de la Vida.
Diciembre 2022
Editorial
El remate que hizo historia
Por Sonia Decker“La pandemia paralizó al mundo en 2020. Casi todos los mercados sucumbieron salvo aquellos vinculados a la salud y sus derivados. Cambiaron los paradigmas, nos convertimos en seres absolutamente vulnerables frente a la muerte que podía suceder en cualquier momento y en cualquier parte. El mercado del arte, generalmente es de los primeros que sufren durante estas crisis universales, pero también suele recuperarse con cierta facilidad. Las casas de subastas, las galerías, las ferias se llamaron a un obligatorio silencio en un primer momento, y cuando la luz de la esperanza se vio al final del túnel, todas se reinventaron para resucitar a través de la virtualidad. El golpe fue durísimo a nivel internacional, pero mucho más lo fue en nuestro ya vapuleado mercado local, donde los precios casi agónicos, tuvieron que insertarse en una realidad que ningún operador estaba dispuesto a reconocer como válidos.” Experta en los mercados del arte, Sonia Decker teje su juicio frente a la conducta de los grandes protagonistas; los museos, los coleccionistas particulares, las casas de subasta e incluso, los artistas…
El viento, todo lo desparrama
Por Irina Podgorny *Otra vez, la pluma de la doctora Podgorny nos sitúa en un escenario sorprendente. En su último texto escrito desde Canberra (Australia), aborda un tema que no es extraño a los curadores y coleccionistas de arte, pero lo hace desde la biografía de uno de los más destacados científicos australianos del siglo veinte. Ingresemos a su historia. «La cantidad de basura que produce la sociedad de consumo revuelve el estómago. No me refiero a las ideas escupidas con olor a viejo y empaquetadas con palabras tan feas como nuevas. Tampoco a los desechos de comida ni a las botellas vacías; menos a los papeles chamuscados o rotos. No: hablo de esas cosas compradas ayer, todavía enteras y con rastros de etiquetas que aparecen abandonadas en los cordones de cualquier ciudad más o menos opulenta o en los vertederos donde se pudre la riqueza y los chanchos se devoran entre ellos. Ropa, libros y objetos que, hasta ayer, dormían con alguno de los integrantes de esa casa que, hoy, decidió echarlos a la calle, para reemplazarlos por otros que disfrutarán de su cuarto de hora, ignorando que la bolsa de residuos los espera en la cocina. Desde Berlín a Katoomba, la gente tira cosas para darle lugar a otras igual de inservibles pero por donde se cuela la vida y el dinero. Cubiertos, vasos, tazas, colchones, soperas, encendedores, molinos de café. Cuentos para niños, cuadros, catálogos de exposiciones. Todo, todo ha pasado a formar parte de esa categoría que los coleccionistas de arte han decidido llamar “lo efímero” sin darse cuenta que, en nuestros días, pocas cosas caen fuera de ella».
Historia de la Fotografía en el Municipio de San Fernando
Por Abel Alexander *Miembro de nuestro Staff, el autor de este artículo se detiene en «los llamados fotógrafos itinerantes que se largaron por los precarios caminos del país, llevando a cuesta sus voluminosos aparatos y químicos para las necesarias operaciones de toma y revelado.» Protagonistas del devenir de la fotografía, Alexander se lamenta que «aquellos hombres abocados a la creación de miles y cientos de miles de imágenes, en ningún caso dejaron testimonios escritos sobre sus experiencias de vida y trabajo y, mucho menos, los fotógrafos trashumantes; por lo cual nuestra historiografía fotográfica prácticamente desconoce los antecedentes biográficos de estos personajes». Desde esta precariedad documental, madura su investigación sobre este arte en un sitio muy caro a la sociedad porteña de finales del siglo XIX e inicios del XX, el pueblo de San Fernando, destino vacacional ubicado a escasos kilómetros de la metrópolis e incluso, vinculado por el tren. Las artes del historiador fotográfico iluminan las vidas de aquellos pioneros que retrataron lugares y gentes en la San Fernando de antaño.
Retratos del Plata. Historias del daguerrotipo 1839 - 1859
Carlos G. Vertanessian. Fundación CEPPA Ediciones. Buenos Aires. 2022. En 4° (29 x 22,2 cm), 352 pp. Encuadernación de editor con su cubierta ilustrada.
Azulejos de Buenos Aires 1750 - 1850. Recuperando la imagen de la arquitectura colonial porteña
Francisco Girelli. Fundación CEPPA Ediciones. Buenos Aires. 2022. En 4° (27,4 x 23,2 cm), 196 pp. Encuadernación de editor con su cubierta ilustrada.
La certeza del viento
Por Anabella Laura Monteleone *En otro gesto de solidaridad con Ucrania, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid acoge una exposición que habla de la guerra desde distintos ángulos. Interesados por el tema y las circunstancias históricas, dejemos que una experta en arte moderno y contemporáneo nos brinde su mirada. Para la institución anfitriona En el ojo del huracán. Vanguardia en Ucrania, 1900-1930 «presenta una completa visión del arte ucraniano de vanguardia en las primeras décadas del siglo XX, mostrando las diferentes tendencias artísticas, desde el arte figurativo hasta el futurismo o el constructivismo. El desarrollo de la vanguardia en Ucrania tuvo lugar en un complejo contexto sociopolítico en el que colapsaron imperios, estalló la primera guerra mundial y las revoluciones de 1917, a las que siguió la guerra de independencia de Ucrania (1917-1921) y la posterior creación de la Ucrania soviética. La despiadada represión estalinista contra la intelectualidad ucraniana llevó a la ejecución de docenas de escritores, directores de teatro y artistas, mientras que el ‘Holodomor’, la hambruna provocada por el hombre en 1932 y 1933, mató a millones de ucranianos. A pesar de este trágico contexto histórico, el arte ucraniano vivió en esos años un verdadero renacimiento y un periodo de experimentación artística. En el ojo del huracán recupera este capítulo esencial pero poco conocido del arte de vanguardia occidental, reuniendo alrededor de 70 obras entre las que se encuentran pinturas, dibujos, collages o diseños teatrales».
La colección de carruajes de Don Carlos Hillner
Por Guillermo Palombo *«Cuando uno refiere al museo del transporte evoca de inmediato al existente en un pabellón del Complejo Museográfico e Histórico “Enrique Udaondo” de Luján. Pero existe otro museo público de esa especialidad, tal vez menos conocido, pero más exclusivo y con una riqueza similar en su patrimonio: el Museo Histórico del Transporte “Carlos Hillner Decoud”, que ocupa el imponente edificio de Laprida 2200 y Ricardo Rojas en Quilmes Oeste. Carlos Hillner fue un comerciante nacido en Buenos Aires el 14 de diciembre de 1881, hijo de Heraclio Hillner (suizo) y Petrona Decoud, perteneciente a una tradicional familia del Paraguay». Las crónicas biográficas del doctor Palombo nos pasean por la vida y obra de personajes olvidados de nuestra historia cultural. Esta vez nos trae a la memoria el nombre de un personaje cuasi desconocido.
Familias Romaníes. Las familias gitanas en Argentina
Con motivo de celebrarse el 5 de noviembre el Día Mundial del Idioma Romaní, la Manzana de las Luces inauguró la muestra virtual FAMILIAS ROMANÍES en su plataforma web Nuevo Museo Público. En el año 2018 el estado argentino reconoció el Holocausto Romaní o Gitano, ocurrido entre 1939 y 1945 en la Alemania y Austria nazis. Se lo conoce con el nombre porraimos (en romaní Porrajmos, literalmente “devoración”) o con el término Samuradipen (Asesinato en masa). Este exterminio se vio opacado y poco reconocido por la dimensión y espacio en la prensa de la Shoah, es decir, el holocausto judío.
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