El gaucho y sus armas.

La escena nos muestra a un gaucho con sus boleadoras al aire, montando su caballo con los aperos típicos de la época. El jinete luce la indumentaria propia de esos años, con un facón atravesado a la cintura. Se trata de una representación del gaucho en sus quehaceres rurales, portando avíos y vestimenta de trabajo.

Esta imagen, tan representativa del gaucho rioplatense de la primera mitad del siglo XIX fue llevada a la piedra litográfica por Gregorio Ibarra en 1839 (también datado en 1843), incluyéndola en su llamada "Serie Grande", en la que se ubicaron ocho estampas nacidas a partir de los dibujos originales del pintor Carlos Morel, tal como se lo identifica en las firmas de cada litografía.

Gregorio de Ibarra fue el primer grabador nacido en Argentina que se aplicó a estos menesteres. Le compró a Bernard su taller y se conocen de su producción dos conjuntos de grabados, identificados como "serie chica" y "serie grande"; la primera fue un álbum y llevó el nombre de "Trages (sic) y Costumbres de la Provincia de Buenos Ayres (sic)". La segunda, sin título, incluyó las grandes láminas estampadas a partir de los dibujos de Carlos Morel.

La obra de Morel por su parte, ha merecido un riguroso estudio publicado en 1959 y no hay ensayo iconográfico del gaucho que no incluya su nombre entre los artistas más destacados. Pinturas de su autoría se atesoran en el Museo Nacional de Bellas Artes, en otras instituciones públicas y en colecciones particulares. Óleos sobre tela y sobre cartón, acuarelas, dibujos y las litografías que comprenden paisajes, cuadros de costumbres y retratos, además de algunas pocas obras de inspiración religiosa.

No todas sus creaciones llevan la firma de autor. Sin embargo, no consideramos que la presente sea la obra original de diera pié para su traslado a la litografía. Pese a que no se ha conservado dicha creación primigenia, entendemos que ésta es una reelaboración antigua, pero posterior, y debida a la mano de un artista de muy buen arte pero que no era el mismo Morel.

El grabado de Ibarra es una de las manifestaciones iconográficas más fieles de los usos y costumbres criollos, y bien puede haber inspirado a muchos autores desde su aparición en tiempos de Juan Manuel de Rosas.

La obra aquí estudiada nos muestra la pericia técnica del pintor. En cuanto al estudio iconográfico, más allá del yerro en el uso de las boleadoras (cuelgan del puño del gaucho los tientos que portan la bola más pequeña, o "manija", que debería estar empuñada), el estudio del apero y de la vestimenta del jinete brinda referencias de valía. Freno de copas con pontezuela; juego de cabeza con pasadores largos de plata y las riendas con argollas seguramente hechas en el mismo metal. Fiador y maneas, y al cogote, un pretal de largas tiras de cuero. Sobre las ancas del caballo, el lazo, y en su mano, como lo describimos, las boleadoras. La silla de montar es un lomillo, exclusivo en esos años, hasta que recién en la década de 1860 comenzaron a ser sustituidos por el llamado "bastos". Lo ha ensillado con sus cabezales de plata. Espuelas nazarenas de hierro, con alzaprimas de cuero, corrientes en las tareas del campo.

Los estribos parecen ser de hierro y con la forma de un triángulo y apenas coloca en ellos la punta del pie, calzado en una bota, seguramente de potro.

El gaucho lleva a la cintura un "culero", que aprisiona el facón. También luce chiripá listado y calzoncillos cribados. Camisa arremangada, chaleco y a la cabeza, un pañuelo.

Toda la composición se emparenta con la litografía, sólo podemos observar pequeñas variantes de ejecución y en especial, el óleo posee mayor riqueza iconográfica en el paisaje. Las nubes en el cielo, la lejanía del horizonte y la vegetación del suelo que el caballo surca cuentan con mejor factura plástica que el grabado. En el óleo a cambiado apenas el punto de mira del autor, ubicándose más abajo.

Óleo sobre cartón. La obra se presenta enmarcada.

Autor anónimo. Buenos Aires, fines del siglo XIX.

Medidas. Alto: 13,5 cm. Largo: 20 cm.

Grabado de Gregorio Ibarra. Dibujo: Carlos Morel.

GBMM