La estética de “La mujer araña” en una inigualable colección de fotografías

George Friedman,  Sin título. 1950 - 1955. Gentileza Fundación Larivière.



Fabi Al Mundy, Sin título, de la serie Erotismo Vernáculo. 2001. Gentileza Fabi Al Mundy.



Alejandro Kuropatawa, Sin título, de la serie Mujer. 2001. Fotografía: Gentileza Fundación Larivière.



Ana Martínez Quijano

 

Es periodista, crítica de arte, investigadora y curadora independiente. Editó el suplemento Ámbito de las Artes del diario Ámbito Financiero, donde desde hace treinta años escribe una columna semanal. Entre otros libros, publicó Siqueiros: muralismo, cine y revolución (Ediciones Larivière); Registros contemporáneos: notas publicadas 2013-2003 (Editorial AsGa) y Fioravanti. Clasicismo y Modernidad (Ediciones Casa Museo Magda Frank).

 

Ha sido profesora invitada de la Maestría de Arte de la Universidad Nacional de Misiones y en la Maestría de Cultura Argentina del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP). Fue titular de la cátedra Arte y Medios de la Universidad del Salvador. Coordinó junto con Edward Sullivan, de la Universidad de Nueva York, el seminario de posgrado sobre Arte Latinoamericano organizado por la Escuela de Administración Cultural (EDAC).

 

Fue curadora, entre otras exhibiciones, de la muestra antológica Norah Borges, casi un siglo de pintura (Centro Cultural Borges, 1996), Borges y las Artes (Museo Nacional de Bellas Artes);  curadora adjunta de Políticas de la diferencia (Malba y otros museos de Latinoamérica);  Proyecto RED, Proyecto Educativo Alto Paraná, Arte pop, a la argentina y Homenajes (arteBA); fue curadora adjunta de la Bienal del Fin del Mundo de 2011; Art & Swap, exposición de Arte e Intercambio para el Gobierno Belga; Borges y el arte y La carne de los héroes (CCK). 


Por Ana Martínez Quijano *

Justo en el final del año 2022, la Fundación Larivière. Colección de Fotografía Latinoamericana, abrió sus puertas en el Distrito de las Artes de La Boca. La extensa exhibición "Los sueños de la mujer araña”, curada por Alexis Fabry, pone ante la vista del público el perfil de la colección especializada en fotos de América latina de Jean Louis Larivière. En la selección de 200 piezas, el acento está puesto en las turbulencias sociales y políticas que atravesaron el territorio y que, a pesar del fin de las dictaduras, todavía lo atraviesan. Pero también está presente el deseo de rescatar el espíritu de las grandes ciudades y testimoniar “los procesos de modernización y las identidades disidentes, la sexualidad, lo marginal, la noche”.


El conjunto de fotografías sorprende por la libertad y la diversidad inusual del criterio de selección. La muestra incluye grandes nombres, como los retratos de Annemarie Heinrich, junto a los de autores anónimos. Luego, si bien hay fotos de gran formato, hay también otras de tamaño postal; hay collages, fotos pintadas e intervenidas, impresas y serigrafiadas; obras, finalmente, donde se combina la foto con otros materiales y soportes, como la imagen pintada con pólvora de Tomás Espina, donde coincide la violencia con el material que la constituye. Una rareza es un abanico de autor anónimo con varios retratos de mujeres que ostentan peinados de pelo natural.  


Por su propia condición, la fotografía remite inexorablemente al pasado. Pero la selección de imágenes de los años 60 y 70 del siglo XX arraigada a la ficción de la novela pop de Manuel Puig, “El beso de la mujer araña”, habla de una realidad que resulta más cercana a los enigmas del propio presente y de un futuro que se imagina inestable, que a los problemas del pasado. La imagen de la pobreza de Marco Antonio Cruz, la manifestación de la CGT en la Plaza de Mayo de Daniel Merle y la “Bocanada” del hambre de Graciela Sacco, abordan temas de plena actualidad.


En el prólogo del catálogo, Alan Pauls destaca la pintura de época de la novela de Puig. Plantea que los dos prisioneros de una cárcel bonaerense, un fantasioso homosexual encerrado por abusar de un menor y un viril militante izquierdista, comparten una celda y en esta convivencia forzada, entablan una sincera amistad. La prisión es el escenario donde surge una relación nueva y extraña, un “hombre nuevo”, sin antecedentes en la literatura y la vida. Poco a poco se van borrando los prejuicios y nace un sentimiento semejante al amor genuino. Estos personajes antagónicos entablan una relación de intimidad afectiva y sexual, que “tenía mucho de herejía”, según observa Antonio Muñoz Molina en la presentación del libro “El beso de la mujer araña”. Aclara en el mismo texto que la editorial francesa de Puig se negó a publicarlo. Hoy, dos editores franceses, Fabry y Larivière, le ponen imágenes y crean un contexto donde se vincula la violencia de las dictaduras en Latinoamérica, con el glamour, el sexo, la transgresión y la pasión por el cine. Muñoz Molina señala: “El primer protagonista gay no caricaturesco que encontré en una novela escrita en español, fue Molina”.


Y en el universo de esa cárcel bonaerense, aparece “el ensueño cinematográfico” que cobra forma en la muestra con los collages fotográficos de Maripaz Jaramillo y, en la novela, con las fascinantes narraciones que le cuenta el diseñador de vidrieras gay a su compañero de celda, Valentín, torturado por la policía militar hasta matarlo. Molina también muere. Aunque carece de ideologías, los compañeros de su amante guerrillero lo balean para impedir que hable. La violencia atraviesa la sociedad del siglo XX y las fotografías rondan el texto de Puig para mostrar el desprecio por la vida, una actitud tan evidente en la derecha autoritaria como en la izquierda politizada.


El drama está presente en la muestra con autores como Adriana Lestido, Sara Facio o Eduardo Longoni, el paraguayo Osvaldo Salerno, entre muchos otros, sobre todo, chilenos y peruanos que rinden cuenta de la ferocidad en las calles. En esta serie se encuentra un recorte de un diario de 1974 intervenido por Antonio Berni; “Los rehenes” muestra un pelotón de fusilamiento acribillando a seis personajes de espaldas contra un paredón. Sobre una nube de acuarela blanca se destacan las formas rojas de la sangre y el fuego.


Por otra parte, el humor y la ironía que caracterizan las obras de Puig están presentes en una foto de Alejandro Kuropatwa: una muchacha, despreocupada y sonriente que muerde una aceituna. Ese capítulo lo comparten la silueta femenina de Alex Klein, las tomas de los salones de belleza o el detrás de escena del programa de Mirta Legrand con Carlos Menem como invitado, fotografiado por Nicolás Goldberg. Allí la realidad se confunde con la ficción.


El triste universo de la prostitución se refleja en la foto de Jorge Aguirre, en el misterio de la sensible imagen de Fernell Franco y en el submundo de la publicidad callejera de oferta sexual de Facundo de Zuviría. Los cabarets donde actúan los travestis, algunos en situaciones penosas, aparecen en los trabajos de Jorge Domenech, Agustín Martínez Castro, Pepe Avilés y Paz Errázuriz. Muchos son los artistas que llegaron a la Argentina desde Europa, entre ellos está George Friedman. Y vale la pena dedicar una mirada a las imágenes para las fotonovelas publicadas por la editorial Abril en los años 50 y 60, ya que se entrelazan a la perfección con el relato de Puig.


El cuerpo es el tema de la histórica foto de Anna Pavlova tomada por Frans van Riel y, la expresión natural y sencilla de la “Seducción vernácula”, de Fabi Al Mundy.  Dos imágenes que se contraponen al cuerpo baleado de Oscar Bony, a la musculatura exacerbada de los retratos de un grupo de fisicoculturistas de varios autores anónimos y a los sofisticados desnudos de 1920 tomados por el mexicano Antonio Garduño.  


Fundación Larivière. Exposición Los sueños de la mujer araña. Fotografía: Gentileza Fundación Larivière.


Jean-Louis Larivière y detrás, el acceso a la Fundación, su gran obra, recientemente inaugurada en el pujante circuito artístico de La Boca. 


El origen de la Fundación, un flamante museo de fotografía latinoamericana, en realidad se remonta a 1992, cuando el coleccionista y Dudu von Thielmann, una excepcional gestora cultural, crearon Ediciones Larivière y publicaron “Estancias argentinas”, “Jardines privados de Buenos Aires”, “Grandes residencias de Buenos Aires. La influencia francesa”, sus primeros libros. La editorial ya tiene en su catálogo varias joyas dedicadas a la arquitectura y las series de libros publicados de modo preferencial de los fotógrafos Marcos López, Facundo de Zuviría y Marcos Zimmermann. Potenciar la riqueza del acervo cultural sudamericano, en particular el argentino, es el objetivo principal de la Fundación.


El espacio de la librería dentro de la Fundación. Otro punto de interés para los visitantes. Fotografía: Gentileza Fundación Larivière 


La Colección Larivière atesora más de 3.000 fotografías, mayormente vintage. Allí predominan, al igual que en la muestra, el período que va desde 1940 hasta 1990 y las imágenes de Argentina, junto a las piezas de México, Perú, Colombia, Chile, Venezuela y Brasil; además de Cuba, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Costa Rica, Guatemala y Panamá. Una biblioteca integrada por más de 800 títulos dedicados a la fotografía latinoamericana completa un patrimonio tan diverso como valioso. 


* Especial para Hilario. Artes Letras Oficios


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