Cuando uno refiere al museo del transporte evoca de inmediato al existente en un pabellón del Complejo Museográfico e Histórico “Enrique Udaondo” de Luján. Pero existe otro museo público de esa especialidad, tal vez menos conocido, pero más exclusivo y con una riqueza similar en su patrimonio: el Museo Histórico del Transporte “Carlos Hillner Decoud”, que ocupa el imponente edificio de Laprida 2200 y Ricardo Rojas en Quilmes Oeste.
Carlos Hillner fue un comerciante nacido en Buenos Aires el 14 de diciembre de 1881, hijo de Heraclio Hillner (suizo) y Petrona Decoud, perteneciente a una tradicional familia del Paraguay.
Realizó sus estudios en Europa. A los 15 años fue enviado a París y después se graduó en el Real Colegio de Agricultura de Epswick en la ciudad de Suffolk (1899). Cuando regresó a nuestro país se desempeñó como administrador de las estancias familiares en la Provincia de Entre Ríos y en el Uruguay, en el Departamento de Salto. Con Manuel María Decoud se dedicó a la cría caballar de pura sangre en el Haras Argentino, situado en un establecimiento familiar en Luján.
En el mundo empresario ejerció cargos directivos en las Sociedades Anónimas del Grupo Bemberg, formando parte también de los directorios de “Crédito Industrial y Comercial Argentino” S. A., “Argentina de Inmuebles” S. A. y Colonias y Estancias “El Rodeo” S. A.
Adquirió en 1927 una estanzuela de 40 hectáreas situada en Quilmes, denominada “El Dorado”, y comenzó la construcción de cocheras y caballerizas. Ese pabellón fue ampliado hacia 1940 lográndose una construcción de estilo inglés con grandes pórticos de madera tallada, paredes de ladrillo a la vista, techos de tejas y una torre con reloj. En el pórtico, situado entre la caballeriza y la sala de monturas, está inscripta la fecha de construcción y el nombre del propietario.
El edificio del Museo. Fotografía: Gentileza Museo Histórico del Transporte “Carlos Hillner Decoud”.
Desde 1920, año en que Hillner compró su primer carruaje, mediante adquisiciones en remates públicos y en colecciones particulares de nuestro país, Gran Bretaña y Francia, formó una colección integrada por 17 carruajes en perfecto estado de conservación y con todas sus piezas originales, que incluye spiders, breaks, landau, diligencia, break de chasse, etc., construidos entre 1860 y 1900. Como complemento montó una sala con arneses, embocaduras y monturas europeas que incluía los fabricados por la casa Hermes de Paris a su pedido.
En 1957 decidió legar en usufructo a la República del Paraguay su residencia de Tucumán 1833, entre Callao y Riobamba, frente a uno de los laterales de la Iglesia del Salvador, en la ciudad de Buenos Aires, con el cargo de que fuera la sede de la Embajada de dicho país, y el establecimiento " El Dorado" en Quilmes a la Provincia de Buenos Aires con el cargo de destinarlo como Colegio Agropecuario y que se preservase y enriqueciese la colección de carruajes.
Falleció soltero el 21 de julio de 1961 y sus restos reposan en un sarcófago de estilo etrusco en el cementerio de Ezpeleta, partido de Quilmes.
En su casa de Tucumán 1833, completamente remozada, funciona actualmente el Instituto de Cultura del Paraguay. En 1978 la propiedad “El Dorado” y la colección de carruajes y arneses pasó a la Municipalidad de Quilmes, y la custodia del legado continúa a cargo de los herederos de Hillner. Hoy el museo de Quilmes, conocido internacionalmente pero que los argentinos apenas registran, ofrece sus hermosas instalaciones al asombrado visitante.
* Especial para Hilario. Artes Letras Oficios