Fusta de crin de caballo. Argentina. 1930.

Su cuerpo, decorado con un fino tejido de crines de caballo, lleva la leyenda: RECUERDO / DEL AÑO / 1930 - ATE. Lleva su azotera, y una manija hecha con tientos retorcidos. 

Medidas. Largo del cuerpo: 73,2 cm. Largo total: 67 cm. 

Estas labores, poco frecuentes, se asegura que tuvieron su difusión en la primera mitad del siglo XX desde los establecimientos carcelarios en los que se dictaron talleres destinados a promover una reinserción laboral de los internos. Si bien esta observación a de ser exacta, lo cierto es que en 1875 Argentina participó en la Exposición Internacional de Filadelfia (USA), en cuyo catálogo de los artículos presentados se menciona “un rebenque trenzado de cerda”, obra de Victorino Balvidares, de la provincia de Buenos Aires. (1)  Insistimos, poco frecuente, pero la práctica difundida en las cárceles tenía su antecedente en los usos criollos, y los maestros que dirigían esas labores tras las rejas ya conocían de su técnica y consumo en el ámbito ecuestre. 

Sin duda, aludiendo a dichos talleres, las labores con crines de caballo son calificadas como faena “de presos”, y su producción ha caído prácticamente en el olvido con las cárceles superpobladas y un notable cambio de época. 

Nota: 

1. Segundo Deferrari, Guasqueros argentinos, un arte vivo, San Antonio de Areco, Museo Las Lilas, 2016, p. 41.