Daga picaza. Argentina. Primera mitad del siglo XX.

Con su empuñadura facetada, lisa y con sobrios detalles cincelados, la vaina de suela lleva el brocal y la puntera también cincelados con la misma inspiración que la labor hecha en el cabo. Con su defensa en forma de “S”. 

Medidas. Largo de hoja: 26,9 cm. Largo total: 39,8 cm.

La hoja, sin marca visible, de doble filo, posee cuatro mesas con su eje vertical al centro y una planta en forma de rombo.

En el repertorio del cuchillo criollo, las dagas y facones se presentan con una defensa, indicando su posible uso en un duelo criollo. De generosas dimensiones, el gaucho también lo portaba a la cintura, atrapado por el ancho tirador o culero. Frente a una discusión o intercambio de palabras subido de tono, se lo desenvainaba y en actitud de combate, el poncho solía envolver la mano izquierda, en tanto que la diestra blandía amenazante su herramienta de disuasión.